Aulas Culturales para Mayores celebra el Día de los Enamorados con una merienda

El Salón Melilla del Hotel Tryp Melilla Centro acogió ayer la fiesta de celebración del Día de los Enamorados de Aulas Culturales para Mayores a la que acudieron 250 invitados. La consejera de Cultura, Fadela Mohatar, afirmó que el alumnado de Aulas difícilmente deja pasar una oportunidad para tomar parte en un acto de convivencia, como por ejemplo ayer, en la fiesta de San Valentín. De hecho señaló que la semana pasada también se organizó una fiesta de Carnaval, aunque sin chirigota, "por un emocionado respeto a tres personas muy queridas y participativas que nos han dejado este año como son Mari Carmen Jaime, Ana Belmonte y Miguel Téllez, que han dejado una honda huella".
Por su parte María Pérez, la directora de Aulas, concretó que a la merienda de ayer acudieron 250 de los 900 alumnos que este año se han matriculado. La idea era disfrutar de San Valentín. "Muchos de ellos por desgracia ya no tienen pareja, por lo que celebramos el día con la persona más cercana, como una amiga o un familiar, aunque también hay matrimonios que siguen juntos". La merienda incluyó la actuación del grupo musical Café a las 11 y además se sorteó entre los presentes un regalo del hotel, una noche para dos personas con desayuno incluido.

Añadió Mohatar que el de Aulas es uno de los proyectos más completos de los que ofrece la Ciudad enfocado al colectivo de mayores, por la amplia oferta, no solo lúdica, sino también formativa que desarrolla como los seminarios de idiomas, cultura general, manualidades, pintura, música, baile o informática.

La consejera manifestó que por el momento resulta imposible ampliar físicamente el edificio de Aulas, aunque reconoce que se ha quedado pequeño. Por ese motivo el año pasado se realizaron algunas mejoras y "ahora nos piden que el salón de actos sea de paredes abatibles para agrandarlo cuando haya que hacer alguna celebración". No se cierra a que si se encuentra otro inmueble con mayores prestaciones pueda realizarse el cambio, pero lo ve difícil por las limitaciones de espacio de Melilla. No cree que pueda ofrecerse una solución en este 2018, pero "se intenta rentabilizar lo que tenemos".

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