Así es Fernando Arrabal

Carta del Editor. MH 17/12/2025

Enrique Bohórquez López-Dóriga

 

Fernando Arrabal ha vuelto a Melilla -donde, en 1932, nació- el sábado pasado,13 de diciembre de este año, 2025. Con su habitual y encantador ingenio -cuando quiere y el sábado pasado quiso- el genio melillense dijo que su ‘obra inesperada’ fue, o ha sido, la de nacer aquí. Se mostró ‘abrumadoramente emocionado’ con el extraordinariamente emotivo homenaje que le brindaron -en su Teatro, también llamado Kursaal- los melillenses en general y la extraordinaria Asociación Nana -lo que hacen, cómo lo hacen y lo que consiguen, es un prodigio- y la Asociación de Escritores Melillenses, muy en particular. Justo es felicitar también a la consejera Fadela Mohatar, por la organización del tributo cultural y humano al genio melillense.

Fernando Arrabal en Melilla: sin Melilla la idea de España carecería de sentido

Fernando Arrabal ha venido a Melilla muchas veces. También lo hizo con motivo de la celebración de nuestro V Centenario como ciudad española. La Ciudad Autónoma patrocinó entonces dos libros de su Teatro Completo, con un Prólogo del entonces presidente de la CAM, Ignacio Velázquez, brillante y cariñoso -como era Ignacio, Nacho para mí y para el baloncesto, cuando quería serlo- en el que calificaba al melillense Arrabal como “el autor español más universal de los últimos tiempos, el dramaturgo más representado en el mundo, el melillense más genial” que escribió que “sin Melilla la idea de España carecería de sentido” y sobre el que nuestro premio Nobel de Literatura, Vicente Aleixandre, dijo que “el conocimiento que aporta Arrabal está teñido de una luz moral que está en la materia misma de su arte”.

Hace algo más de un año compré, en la famosa Cuesta de Moyano de Madrid, un libro de Arrabal, “Carta a los militantes comunistas españoles”, publicado en 1981 (también publicó Cartas al general Franco, en 1971; a Fidel Castro, 1984; a José María Aznar, con copia a Felipe González, 1993; y al Rey de España, publicada por Espasa en 1995).

En la contraportada de la Carta a los comunistas españoles, una foto de “una familia diezmada por el franquismo”, en la que aparecen: “mi padre, Fernando Arrabal, condenado a muerte en Melilla; mi tío Ángel Arrabal, condenado a muerte en Barcelona; mi tío Rafael Arrabal, fusilado en Palma de Mallorca”. La Carta empieza así: “Queridos amigos comunistas españoles, os escribo para deciros que el partido al que pertenecéis, el partido comunista español, es a mi modo de ver el partido que, sin haber tomado el poder, ha cometido la mayor cantidad de crímenes de la historia…Escuchad la voz solitaria de un hombre de buena voluntad, sin madriguera, ni credo, ni bandería”. Termina la Carta: “Que todos sepamos, vosotros militantes y yo escritor solitario, honrar al pensamiento desinteresado y la insumisión, orgullo del poeta. La horda de la historia pasa. Fuera de las leyendas, nuestro reino de paz es de este mundo y de esta hora, hombres de buena voluntad. Que la esperanza no sea devorada por los perros”. Así es Fernando Arrabal.

Parte del mundo retrocede a remotas épocas en las que la gobernanza patrimonialista era la regla y la democracia liberal algo inexistente

Homenajes

Parece que ahora parte del mundo retrocede a remotas épocas en las que la gobernanza patrimonialista era la regla y la democracia liberal algo inexistente. El Sur Global y El Foro de Doha, que organiza Qatar, acaba de reunir a “las nuevas potencias que parecen destinadas a dirigir el mundo del siglo XXI y a las que conceptos sacrosantos en Europa como Occidente o comunidad transatlántica les producen entre salpullidos y carcajadas”, escribió Pablo Pardo en El Mundo, el domingo pasado.

Homenaje: La estrella fue una extraordinaria mujer, Vanesa, viuda del inolvidable médico -y muchos valores humanas más- Carlos Pantoja

Ese retroceso histórico angustia, pero pequeños actos en ciudades pequeñas -pongamos que hablo de Melilla- ilusionan y permiten sentir que los seres humanos somos imperfectos y finitos, sí, pero no tan malos ni tan tontos como muchas veces se cree y creen especialmente los que pretenden gobernarnos y dominarnos. Honrar, homenajear a los que merecen ser honrados -como ocurrió el lunes pasado, bajo la resplandeciente luz de las cinco arañas luminosas del Salón Dorado del Ayuntamiento/Ciudad Autónoma de Melilla, y con un lleno absoluto del recinto- nos permite soñar con que la maldad no conseguirá triunfar, por mucho que circunstancialmente se generalice.

La estrella del homenaje fue una extraordinaria mujer, Vanesa, viuda del inolvidable médico -y muchos valores humanas más- Carlos Pantoja, propuesto por el Colegio Médico, con su presidente, Justo Sancho Miñano -siempre tan simpático y eficaz- al frente.

En la ceremonia también fueron galardonados el Regimiento de Ingenieros nº 8 del Ejército de Tierra en agradecimiento “a las arduas y desinteresadas labores en favor de la sociedad melillense”. Recogió la medalla el coronel del Regimiento, César García Varela. La otra la recogió el presidente del Club Melillense de Submarinismo, por su desinteresada labor en la limpieza de lo que está debajo de la superficie marina.

 

 

 

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