Año Nuevo, Vida Vieja

La Presidenta de la C.A. de Madrid, dice: “Ante la corrupción, tolerancia cero”. Me parece y bien, pero…. Corrupción no es solo el desfalco del dinero público. Corrupción es permitir que haya diez mil aforados o más, dentro de un país, cuya Constitución afirma que todo sus ciudadanos son iguales ante la ley.
Corrupción, es establecer, una serie de privilegios sociales y económicos, hacia aquellos, cuya única misión encomendada, es servir a los demás y no enriquecerse a costa de esos demás. Hoy, después de tantos años de Democracia, se viene hablando—digo bien, hablando- de acabar con la Corrupción Se viene hablando con énfasis y decisiones, incluso por muchos que han sido corruptos, y hoy salen a la palestra de la honorabilidad y honradez.

Subir las pensiones y los salarios miserablemente y sin embargo aumentar considerablemente las asignaciones de los Partidos Políticos, es el mayor acto de corrupción que se puede cometer por un gobierno, pues no se trata solo de malversaciones de dinero público, sino de aniquilar con el encaño y la confabulación el espíritu de libertad en el cual reside y se debe fortificar la democracia. Secuestrándolo en unas siglas, y clasificándolo para su propio beneficio. Con la corrupción, la, Ley no acabara. Es un virus inoculado en la sociedad. Somos un país, que por sus circunstancias históricas, de orfandades administradoras, excluido casi siempre en participaciones sociales y justos reconocimientos y valores, siempre ha tenido que vivir a la defensiva. Sobrevivir ante aquellos que le imponían las obligaciones y el temor, anulándole los derechos, en su mayoría ganados y construidos por ellos mismos.

La corrupción no podrá nunca erradicarla, ni la Ley ni el sistema. Solo puede intentarlo, el Jefe del Estado, reduciendo al mínimo el poder político, que engendra a su vez otros poderes, ajenos a las verdaderas necesidades de un país, tales como son los favoritismos, los intereses personales, y todo aquello resultante de una egolatría y ambición, protegida por un sistema, convirtiendo la unidad del servicio útil y controlado, en una disgregación de poderes, que a su vez engendran descontrol en exceso y gastos desmesurados.

La democracia según aparece hoy, ha costado a la Clase media Y a los pensionistas, más pérdidas que beneficios, y sin embargo ha liberado más los instintos que la inteligencia, en la sociedad, enriqueciendo a muchos, no con el trabajo o el comercio, y si por el mero hecho de pertenecer a un partido político o estar al amparo del mismo.

Por todo ello, hace falta un líder, que le dé una razón más noble y valiosa, pues este País lo merece. Creo que la juventud, la nobleza y la educación del rey de España, pueden ser los pilares fundamentales para la creación de este líder. Y así lo deseo y espero.

Buenos días y…que sea pronto, para que los años se nos hagan viejos, porque la vida, se nos presente cada día mas nueva.

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