Ana y el misterio del puñado de votos

Esta vez la sesión constitutiva del Congreso y el arranque de la XII Legislatura no tuvo como protagonista ni al bebé de una diputada ni a un señor con rastras. Hubo camisetas reivindicativas por parte de los diputados de Compromìs, que pedían no resignarse a un gobierno del PP, o la de su señoría Cañamero que lucía en el pecho un foto del tal Bódalo,…

… pero eso apenas sirvió de chascarrillo. La sorpresa de la jornada vino en las votaciones y más concretamente en los 10 votos que el PP y Ciudadanos consiguieron sumar a su pacto, lo que no figuraban en ninguna previsión.

Al final la suma de los apoyos que escogieron a los candidatos de ambos partidos fue de 179, es decir 10 escaños más de los que tienen esas dos formaciones y ¡claro! el asunto es que, de repetirse esa aritmética para la investidura, Rajoy sería elegido en primera votación con una cómoda mayoría absoluta.
¿De dónde han salido esos 10 votos? Se preguntaban todos mientras hacían cábalas de que solo podían provenir de las fuerzas nacionalistas e independentistas. Sea como fuere, la realidad es que el PP, a la "hita callando", que dirían en mi tierra es decir con sigilo y sin hacer un ruidito, está consiguiendo sumar y llegar a acuerdos para que finalmente haya gobierno y se aleje el fantasma de unas terceras elecciones.
"Me ha sorprendido la actuación de CDC y del PNV que parece que han prestado votos al PP. Daría la impresión de que el señor Homs ha llegado a un acuerdo con los que quieren encarcelarle", dijo Pablo Iglesias al terminar la sesión y añadió que "esa mayoría visualizada en la Mesa del Congreso podría repetirse para investir a Rajoy, por lo que la posibilidad de un Gobierno alternativo queda "severamente comprometida".

Claro que aquí cada uno cuenta la feria según le va. Para muchos no sido posible conseguir que Patxi López repitiera como presidente del Congreso simplemente porque Podemos presentando a Xavier Doménech, cortocircuitó cualquier posible negociación con el PSOE y con el resto de los grupos denominado sector de la izquierda, por lo que el lamento de Pablo Iglesias era simplemente un gesto de cara la galería.

Mariano Rajoy ha superado con éxito el primer escalón de esta legislatura proponiendo Ana Pastor como presidenta del congreso. Sea o no cierto que Albert Rivera vetó a otras posibles alternativas del PP como María de Dolores de Cospedal o Jorge Fernández Díaz, lo cierto es que el nombramiento de la ya ex ministra de Fomento es un acierto. Tiene fama de ser una mujer austera, muy honrada, con los bolsillos de cristal y tal vez en eso haya estado el secreto de su éxito y la razón por la que es el líder de su partido le eligió para comandar el departamento con mayor presupuesto del Estado y sesenta mil personas a su cargo.

Dice, abiertamente, que para estar en política se necesitan personas honestas y trabajadoras y se ha ganado a pulso el respeto no sólo de sus compañeros de partido sino de sus adversarios políticos en todos los ministerios por los que pasado por su perfil técnico, moderado y pragmático. Es amiga personal de Mariano Rajoy y le ha sido de una lealtad absoluta en las duras y en las maduras lo que no ha impedido

• ni siquiera tras los malos resultados de del PP en las elecciones

de diciembre- que siempre se mantuviera como una de las mejores valoradas del gobierno en todas las encuestas.

Está claro que con su elección Mariano Rajoy ha querido presentar una imagen de consenso para una legislatura que necesitará, como ninguna otra del diálogo, para conseguir una mínima estabilidad. Los primeros pasos se han dado pero todavía queda mucho camino que recorrer hasta el día de la investidura y entonces sabremos si el misterio de los 10 votos de marras era sólo un espejismo pasajero o algo más. No se
trata sólo de un puñado de votos sino de mucho más.

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