Más de un centenar de padres y madres acompañados de sus hijos realizaron ayer una marcha pacífica por el centro de la ciudad al grito de: «Son sus derechos, no son privilegios»
El mensaje era claro desde el primer momento y no dudaron en repetirlo una y otra vez hasta que llegara hasta las mismísimas oficinas del Ministerio de Educación. «No son privilegios, son sus derechos», gritaban al unísono más de un centenar de padres y madres que ayer, convocados por la plataforma NEES (Niños con necesidades especiales) se concentraron en el centro de la ciudad reclamando mejoras en los centros de educación especial de Melilla para darles a sus hijos un futuro «digno» y «de calidad».
“Esperemos que esto sea una apertura para un diálogo o una negociación para una mejor calidad educativa para nuestros niños”, declaró Samira Ouariachi, madre melillense y miembro de la plataforma NEES, quien, a preguntas de la prensa, resaltó que desde la plataforma “tienen las puertas abiertas” para un diálogo con la delegación del Gobierno. Es más, asegura que lo han solicitado “en varias ocasiones”.
“Necesitamos un diálogo y una conversación y que seamos los padres las figuras que ellos (los niños) necesitan para resolver estas carencias educativas que seguimos padeciendo a día de hoy”, añadió.
Ouarda Daoudi, madre y también miembro de la plataforma, señaló que el fin que pretendían conseguir con la manifestación es que se les “escuche” y que se les “vea”.
“Que se cumplan los derechos de nuestros hijos que para eso estamos haciendo esta manifestación. Simplemente para que se cumplan los derechos de nuestros hijos”, subrayó.
Esa última reivindicación se convirtió en la columna vertebral de la manifestación de unos padres que gritaron “¡Basta!” contra el silencio y la ausencia de soluciones por parte de la administración para resolver la situación “crítica” de la educación especial en la ciudad.
Una fiesta
La concentración comenzó a las 11:00h en la Avenida Juan Carlos I a la altura de la calle General Pareja, donde cientos de padres, madres y niños portando pancartas reivindicativas marcharon en un “paseo familiar” al que fueron uniéndose más melillenses.
“Vivimos esta movilización como una fiesta, y es lo que queremos hacer aquí. Un acto festivo con nuestros niños, nuestros amigos, ciudadanos que han venido a apoyarnos y siempre es motivo de orgullo ver que Melilla se mueve y cuida a sus niños discapacitados”, explicó el portavoz de NEES, Joan Casares, quien confió en que dicha manifestación “abriera las mentes de aquellas personas que no acaban de entender que no nos sentimos representados por nuestras instituciones”, sino todo lo contrario, ya que creen que no están haciendo todo lo posible para facilitarles los cuidados que los niños con necesidades especiales necesitan. Y no solamente en el CEE Reina Sofía.
Maltrato
El final de la manifestación tuvo lugar en el monolito de la Constitución, donde se leyeron tres poesías: ‘Mundo Azul’, ‘Tengo otras capacidades’ y ‘Mamás Arcoiris’, y el manifiesto de la concentración, en el cual se denunció el “maltrato” y “sufrimiento” de todos aquellos padres y madres que, ante la falta de recursos, materiales y cuidados para sus hijos, no han recibido más que “promesas incumplidas, “palabras vacías” y el “silencio” de la administración mientras que los “derechos” de sus niños especiales son “ignorados y tirados a la basura” por los gobernantes.
“Nosotros solo queremos avanzar, tener una hoja de ruta, saber a dónde vamos, cómo van a avanzar nuestros hijos, cómo será su futuro, su vida, incluso cuando no estemos para protegerles”, reza el manifiesto, que enfatiza en la idea de que no van a “consentir” que les vuelvan a “ignorar”, ni volverán a permitir y ser conniventes con el “maltrato infantil institucional negligente y crónico con niños discapacitados”.
