Decenas de autoridades civiles, militares y culturales asistieron al comienzo de la fiesta judía que se desarrolló anoche en el Hotel Melilla Puerto con el habitual encendido público y una actuación del ‘Ballet Colores’
La primera vela simboliza la paz, la segunda el entendimiento, la tercera la unión, la cuarta la convivencia, la quinta la esperanza, la sexta la gratitud, la séptima la convivencia, la octava la inmersión intercultural, y la novena es la que lo enciende todo. Cada una de ellas representa un “recuerdo” a los valores que debemos preservar y proteger. Unos valores que anoche resplandecieron de una forma especial en el Hotel Melilla Puerto con el tradicional encendido de las luces por la festividad judía del Januká que dieron inicio a esta popular fiesta religiosa, la cual se celebrará hasta el próximo lunes 6 de diciembre.
Invitados de lujo
A este simbólico acto, que contó al final con un colorido espectáculo del ‘Ballet Colores’, asistieron multitud de autoridades civiles, militares y/o religiosas, como el presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, la vicepresidenta, Gloria Rojas, la consejera de Cultura, Elena Fernández Treviño, la consejera de Hacienda, Dunia Almansouri, el presidente del PP de Melilla, Juan José Imbroda, la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, el exministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, el Comandante General de Melilla, José Miguel de los Santos Granados, el presidente de la Comunidad Islámica (CIM), Hassan Laaboudi, y, por supuesto, el presidente de la Comunidad Israelita de Melilla, Mordejay Guahnnich, entre otros muchos.
Algunos de estos invitados, como el propio Guahnnich, De Castro o Treviño, participaron en el solemne encendido del candelabro. Un encendido con el que la luz de Januká imperó sobre la penumbra y su llama incandescente iluminó la noche de Melilla.
