Amigo Antonio

Quedo sorprendido cuando leo en el MELILLA HOY lo que explicas de tu cese por la “presunta” rebelión por no ser voto cautivo ante la propuesta de ley sobre el aborto. De verdad que me cuesta trabajo, pues, que en una democracia uno no pueda abstenerse por sus principios creyentes, no me entra en la cabeza. Bien es verdad que este país es aconfesional, pero también es verdad que no es laico, luego, cuando se dejó hace en su día el acto de objetores de conciencia, se vio bien y se asumió políticamente. Cómo es posible que ahora por cosa de principio creyente se arrincone a un buen senador, siendo este principio muy superior al de los objetores por causa de no hacer el servicio militar, por servicio de armas y guerra o quizá por amparo de conveniencia soterrada.

Mira Antonio, en su día yo me di de baja en el Partido Socialista Obrero Español por la deriva que llevaba en asunto laboral, pues bien, por causa del trato que le dieron a Dobaños saliendo la causa por televisión y boca (creo recordar) de Almunia, me empujó a terminar mis relaciones inmediatamente al hecho con el partido. No obstante no dejé de tener amistad con los afiliados y puedo decir que pasados los años todos me han demostrado una verdadera humanidad. Quiero esto decir que, yo tampoco estaba de acuerdo con la citada Ley, aunque quizá porque chocaba en cierta manera con mi pensamiento en tema de la salvaguarda de la vida y honor de la mujer, pensando toda mi vida que salimos de ella, así de simple por expresión fácil. Suponte que pienso hoy en día por mis hijas; y aunque esto no viene a cuento vuelvo a decir que envidio a los que han podido conocer a su madre a tiempo y no ser huérfanos de ella en infante edad…

Si tus servicios al partido no han sido suficientes desde tu presidencia del mismo y no son tenidos en cuenta, dejando tu experiencia en el servicio de senador, apartada por quítame estas pajas en conciencia ¿dónde está la democracia y la creencia? Siendo un estado éste aconfesional pero no laico.

Por otro lado, perdóname, ya que me alegro, porque el ciudadano melillense recuperará un honrado profesional de la Seguridad Social, y yo, mayor confianza. Un abrazo

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