“Ahora es mucho más fácil detectar el fraude que hace diez años”
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El director de la Fundación AXA, Josep Alfonso Caro, visita por primera vez Melilla para recibir de la mano del presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, el Premio Ramazzini ITP por su contribución en el ámbito de la prevención en riesgos laborales a través de la cátedra realizada conjuntamente con el Parque de las Ciencias de Granada, desde la que se pretende sobre todo fomentar la cultura preventiva. Hablamos con el responsable de la fundación sobre minimizar riesgos, la crisis o los fraudes en las aseguradoras.
La Fundación AXA acaba de recibir el tercer galardón del Premio Ramazzini por su cátedra en materia de prevención en el Parque de las Ciencias, ¿en qué consiste este estudio?
Nosotros sabíamos que el Parque de las Ciencias tenía mucha experiencia en el mundo de la prevención, por lo que generamos conjuntamente la Cátedra AXA de Prevención, que tiene como objetivo ayudar a generar una mayor cultura de prevención en la sociedad española. La cátedra tiene aproximadamente un año y medio de vida y trabajamos en la prevención de riesgos laborales desde distintas actividades: con estudios de investigación, campañas de sensibilización, concienciación, etc. Creamos esta cátedra en Granada, pero es de carácter nacional y lo que queremos es exportar esas actividades a cualquier otro lugar del territorio, incluido Melilla. La verdad es que ha sido una satisfacción que sea el mismo presidente de Melilla el que me haya hecho entrega del premio.
Un cínico podría pensar que, en realidad, a las aseguradoras no les interesa que haya prevención.
(Ríe) Me lo han dicho más de una vez, pero es todo lo contrario. Nosotros lo que hacemos es visitar a nuestros clientes para certificar que se cumplen las acciones de prevención de riesgos adecuadas y de que se hace lo posible por minimizarlos. Los riesgos nunca se van a eliminar, es cierto, pero sí se pueden minimizar lo máximo posible. Nuestro papel va más allá de indemnizar. El riesgo asegurador empieza por la protección, pero también por la prevención. Son absolutamente compatibles. Si pasa ese riesgo vamos a estar ahí, pero el deseo es que no suceda.
Hay cosas que no se pueden prever, como los terremotos. Precisamente, a primeros de año hubo un seísmo importante en Melilla y en la imagen que ha recorrido el país aparecía una sucursal de AXA, donde cayeron cascotes del edificio.
Lo recuerdo perfectamente, pero afortunadamente la sucursal no quedó afectada. Desde la aseguradora intentamos estar al lado de nuestros clientes y ayudarles a tramitar los daños, pero esta tipología de daños no está cubierta por ninguna entidad aseguradora. Es un riesgo que asume el Consorcio de Compensación de Seguros, es decir, el Estado. Pero la aseguradora del cliente sí puede ayudar a agilizar esos trámites e incluso a tramitarlos en su nombre.
AXA tiene presencia en la ciudad, ¿ocupa una buena posición?
La verdad es que, tradicionalmente, en Melilla siempre hemos ocupado una posición empresarial importante. Los agentes tienen un buen volumen de negocio por su capacidad de asesoramiento y por el conocimiento técnico que ofrece.
¿De qué forma ha afectado la crisis a las aseguradoras?
El sector asegurador es muy curioso porque es anticíclico. La crisis llegó un poco más tarde para las aseguradoras, pero también salimos un poco más tarde. El sector asegurador ha demostrado a lo largo de estos años su fuerte capacidad y sobre todo su solvencia. No ha habido ninguna compañía aseguradora que haya tenido problemas de solvencia. Eso no quiere decir que hayamos sido ajenos al contexto, también nos hemos tenido que adaptar. Se ha notado en un menor movimiento inmobiliario, en el seguro de autos han bajado las garantías… Las aseguradoras estamos notando ahora la reactivación de la crisis.
¿Se ha notado un incremento en los fraudes?
En un periodo de crisis la necesidad obliga, en muchos casos, a recurrir a los fraudes, aunque no dejan de ser delitos. Sí hemos visto repuntes que pueden ser fruto de la necesidad. Lo que ocurre es que ahora es mucho más fácil detectar el fraude que hace diez años. Se detectan porque las aseguradoras ahora invertimos mucho más en esta lucha y porque las tecnologías son muy útiles al investigar estos comportamientos fraudulentos. Además, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cada vez son más proactivos en la investigación para la lucha contra el fraude y, en particular, contra el fraude asegurador. Hay más cultura y dedicamos muchos más recursos.
Los sectores más liberales consideran que se tendría que crear un estado de opinión basado en el liberalismo empresarial, ¿el pensamiento de AXA se integra dentro de esa corriente?
De alguna manera, sí. A través de un estudio universitario que hemos realizado desde la fundación hemos llegado a la conclusión de que el mundo de la empresa y de las universidades tiene que trabajar de la mano. Las empresas tienen que estar dentro de las universidades. Ya existen vicerrectorados de emprendimiento e innovación, lo que es un buen indicio. Las entidades y las universidades están destinadas a convivir en el día a día. Las empresas tenemos que contribuir a generar un marco adecuado, para que haya más y mejor empleo. Pero también para que este que sea diferente. Estamos atravesando un nuevo cambio de época. Posiblemente, dentro de cinco años existirán cantidad de empleos que hoy no existen. Por eso se necesita el emprendimiento, porque te hace adaptarse en un contexto laboral diferente.