Los diputados de la Asamblea estaban citados desde bien temprano en el Salón de Plenos por la convocatoria de tres plenos consecutivos a celebrar desde las 8.45 horas, uno de ellos de Control al Gobierno que, a falta de contenido político interesante, estuvo marcado por la tensión y las acusaciones de unos contra otros en un ambiente de precampaña con advertencias a la hora de votar en las elecciones del 28 de mayo. Supuestas infracciones de tráfico y presuntas borracheras de algunos diputados coparon los reproches y acusaciones entre las dos bancadas.
El Pleno de Control arrancó con la toma de posesión de Daniel Ventura como nuevo diputado local del PP, en sustitución de Paz Velázquez, que ha renunciado por motivos personales. Los aplausos de bienvenida, únicos segundos de armonía y unanimidad durante la sesión, dieron paso pronto a la interpelación que abrió la caja de los truenos: la petición del PP para que el presidente melillense, Eduardo de Castro, dijera si piensa acabar con los enfrentamientos entre sus socios de gobierno, PSOE y CPM.
De Castro, que había sido calificado por el popular Daniel Conesa como “jarrón chino” por “ejercer como Reina Madre” en el Gobierno, intentó devolver al PP las acusaciones, a modo de bumerán, apelando a sus recientes primarias para el Congreso Regional y a los lejanos tiempos del PPL.
Pero en su segundo turno de palabra, ya sin opción de réplica del PP, soltó: “Tenemos sentada en esta bancada a una diputada que parece ser que ha tenido que ir a juicio. Le pregunto si va a dimitir por estar procesada y sentenciada”.
Esta alusión provocó cierto revuelo entre los diputados del PP, que recordaron a De Castro su polémica rueda de prensa en plena pandemia y estado de alarma, el 6 de junio de 2020 y sobre la que el portavoz popular, Miguel Marín, dijo sin rodeos que el presidente de la Ciudad Autónoma estaba “borracho como una cuba”.
Este fue el momento más tenso de todo el pleno, en el que De Castro le respondió que eso tendría que decirlo en un juzgado. “Lo diré, lo vieron todos los melillenses”, rebatió Marín para recordar que la rueda de prensa fue emitida en directo y sin editar en la televisión pública, como todas las que hubo en el confinamiento.
La vicepresidenta primera de la Asamblea, Dunia Almansouri, que en ese momento presidía el Pleno de Control, tuvo que intervenir para instar varias veces a Marín a que retirara lo que acababa de decir.
El portavoz del PP se negó mientras De Castro no hiciera lo propio en su afirmación anterior. Sin embargo, Almansouri defendió al presidente porque “no ha dado nombres ni ha hablado de que estuviera borracha en ningún momento”, sino que “ha hablado genéricamente”. Por lo tanto, “si se siente aludido, es su problema”.
El argumento de Almansouri no convenció a Marín, para quien era “inaceptable” que De Castro acusara a una compañera suya. Sin embargo, sus términos hacia De Castro acabaron siendo retirados del acta de la sesión a instancias de Almansouri, “según el reglamento”.
De Castro, en unas declaraciones tras el pleno, confirmó su intención de presentar una querella contra Marín en cuanto tenga las grabaciones de audio y vídeo y negó que estuviera ebrio en su comparecencia de prensa del 6 de junio de 2020, sino que “era un problema que tenía que ver con una medicación en un momento que perdía la conciencia”.
Sanciones de tráfico
Pero durante el pleno hubo otras acusaciones cruzadas. Por ejemplo, Marín aseguró que De Castro “lleva tres sanciones de tráfico siendo presidente” y, ante la reacción de éste, le espetó: “Le voy a tener que enseñar los expedientes”.
De Castro, terminado el pleno, lo negó y recriminó a Marín que “se inventa historias”. Durante el pleno, en plena bronca, De Castro instó a Imbroda a “callarse” porque “hay imágenes suyas que no se tenía en pie llevándolo desde un bar a su coche”.
Otra acusación relacionada con el tráfico la lanzó el diputado de Vox, Javier Da Costa, cuando defendía su interpelación sobre “el caos” circulatorio a causa de las obras que hay en la ciudad.
“Es tan irrefutable, que un miembro de este Gobierno, debido a las obras, fue sorprendido por la Policía Local conduciendo en dirección contraria. Al parecer la infracción es porque no podía perder el tiempo en sortear la multitud de calles cortadas por las obras. Deseamos una pronta recuperación al agente herido, que va a estar un largo periodo de baja por esta intervención”, dijo Da Costa.
La afirmación no fue rebatida durante el Pleno de Control. Tras esta sesión, a preguntas de los periodistas, el consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, dijo no saber nada. Pero, en cualquier caso, consideró que no es comparable al caso por el que preguntó De Castro sobre una diputada de la Asamblea y que, según la información de la que dispone CPM, se trataría de “un delito”, con “una condena en firme, un informe policial en el que, por lo que se ve, esa persona superaba las tasas de alcohol en sangre”.
“Eso es una cuestión. Otra cosa es si algún miembro del Gobierno ha tenido algún tipo de accidente o cuestión que ha sido algo fortuito. Son cosas que hay que diferenciar. Hay que diferenciar lo que es un delito con un accidente puro y duro”, ha insistido Mohatar.
Precampaña
Además del cruce de acusaciones, el Pleno de Control pareció en más de una ocasión un escaparate electoral, con continuas alusiones a lo sucedido en las elecciones de 2019 y advertencias ante lo que puede suceder en 2023.
Así, Marín advirtió de que “quien vote al PSOE, debe saber que su voto va a ir a CPM el 28 de mayo”, ya que la líder socialista, Gloria Rojas, “así lo ha dejado claro en este pleno”.
Rojas, minutos más tarde, se la devolvió: “Votar al PP es un voto para Vox porque no va a tener mayoría absoluta. En Castilla y León se lo están pasando pipa”.
Y el diputado de Vox, cuando pudo hablar en su turno de palabra minutos después, cerró el círculo de alusiones: “Dice que el voto del PP irá a Vox. Mejor que si va a comunistas, independentistas y terroristas, que de hecho Otegi se vanaglorió públicamente diciendo que soportaba al Gobierno de Pedro Sánchez”.
