La Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y Marruecos celebrada en marzo de 2007 sirvió para elevar a acuerdo el memorando de entendimiento sobre menores inmigrantes no acompañados que ambos países suscribieron en 2003, con lo que se cumplía así uno de los objetivos que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero perseguía. El presidente español explicó que el acuerdo rubricado se basaba en tres pilares. Primero, en una política de prevención que evitara la inmigración de menores no acompañados y que se centrara en «sensibilizar» a la sociedad de los riesgos de este tipo de emigración y en combatir a las redes que trafican con los menores. El Gobierno de Melilla se mostró “escéptico” ante este acuerdo porque “siempre que ha habido una cumbre bilateral han dicho que el problema de los menores se iba a solucionar, pero la realidad es que el problema sigue existiendo porque nunca se ha solucionado”. Hoy, 14 años después de aquel acuerdo, se puede afirmar que quedó en papel mojado porque el problema de la inmigración infantil no solo no se solucionó, sino que ha registrado hasta hace poco la mayor presión y no solo en Melilla, sino en diversos lugares de la península donde se quejan de este asunto.
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