Icono del sitio MelillaHoy

A un ángel que se fue

Te vas sin decir adiós, sin avisar, dejándonos a todos atónitos, rotos, perplejos, desconsolados, pero a mí no me engañas, te vas como viviste, siempre derrochando alegría, hasta el mismo día que se te rompió el corazón, era normal, ya no pudo soportar por más tiempo tanto amor que llevaba dentro. Antonia, no te cabía, ¿cómo no te diste cuenta?, no has querido hacer más daño que el irremediable, aunque a nosotros nos ha perecido infinito. Los que te han conocido han querido estar todos acompañándote en tu despedida, agradeciéndote tantos momentos de felicidad que les regalaste, por lo que a mí respecta ya me conoces, poco familiar, poco cariñoso y poco afectivo, en fin, un encanto, sin embargo, Dios me hizo ser una persona agradecida, por eso mi eterno agradecimiento por tan grande honor, el haberte conocido, y haber hecho que desde el primer momento me sintiera uno más de la familia. Antonia, aunque nunca te lo dije, te sentí como una segunda madre, por este inesperado final. Te vas sin decir adiós, sin avisar, dejándonos a todos atónitos, rotos, perplejos, desconsolados, pero a mí no me engañas, te vas como viviste, siempre derrochando alegría, hasta el mismo día que se te rompió el corazón, era normal, ya no pudo soportar por más tiempo tanto amor que llevaba dentro. Antonia, no te cabía, ¿cómo no te diste cuenta?, no has querido hacer más daño que el irremediable, aunque a nosotros nos ha perecido infinito. Los que te han conocido han querido estar todos acompañándote en tu despedida, agradeciéndote tantos momentos de felicidad que les regalaste, por lo que a mí respecta ya me conoces, poco familiar, poco cariñoso y poco afectivo, en fin, un encanto, sin embargo, Dios me hizo ser una persona agradecida, por eso mi eterno agradecimiento por tan grande honor, el haberte conocido, y haber hecho que desde el primer momento me sintiera uno más de la familia. Antonia, aunque nunca te lo dije, te sentí como una segunda madre, por este inesperado final.

Acceda a la versión completa del contenido

A un ángel que se fue

Salir de la versión móvil