A Consultas

El Rey vuelve a entrar en escena al anunciar que el 25 y 26 de abril volverá a celebrar una ronda de consultas con los líderes de los partidos para saber si por fin se puede formar o no gobierno. Mientras tanto Pedro Sánchez que estaba desaparecido también se ha hecho presente para pedir a Podemos que vuelvan a negociar y a Ciudadanos que no cierren la puerta…

…a Podemos. Eso sí desde Podemos le han dicho a Sánchez lo que le vienen diciendo: que con Ciudadanos no van a ninguna parte. Y en Ciudadanos continúan teniendo claro que con Podemos el mejor acuerdo es el de que se abstengan en una hipotética votación de investidura de Sánchez.

O sea más de lo mismo, estamos donde estábamos de tal manera que no es que tenga la impresión, es que es así, que llevo escribiendo el mismo artículo las últimas semanas. La única variación es que el Rey llama a consultas a los dirigentes políticos en vísperas de la fecha marcada del 2 de mayo que es cuando se tienen que convocar elecciones si no hay acuerdo. De manera que la fecha elegida por el Rey no puede ser más atinada.

En este gran teatro los protagonistas resultan cansinos repitiendo ya sin convicción el mismo papel como si estuvieran haciendo tiempo a la espera de que llegue la hora de bajar el telón. Así las cosas un grupo de intelectuales ha firmado un manifiesto pidiendo a Sánchez a Iglesias y Rivera que se entiendan, que sean capaces de lograr un acuerdo para que no se tengan que repetir las elecciones. Me van a permitir que les diga que no comparto el resquemor ante la posibilidad de ir a las urnas, es más, me parece la única solución.

A veces hay que volver a la casilla de salida para poder construir algo y a mi juicio repetir las elecciones no es ni mucho menos una catástrofe por más que sea un inconveniente. Además no estoy segura de que se vuelvan a repetir los resultados del 20 de diciembre, aunque a lo mejor sí, pero si fuera así, entonces los líderes políticos no tendrían más remedio que buscar una salida ya sin temor a quedar mal ante su electorado. Eso sí, confieso que no me gusta ver a Pedro Sánchez, lo mismo que hace unos días a Antonio Hernando, colocarse en actitud mendicante con respecto a Podemos. Los desprecios públicos de Iglesias y los suyos para con el PSOE han sido lo suficientemente evidentes e hirientes como para que los dirigentes socialistas al menos se pongan serios. Pero cada cual es cada cual y ya sabemos que en estos momentos la batalla no es otra que la de no aparecer como responsables del fiasco de que no haya gobierno. Imagino la campaña echándose la culpa los unos a los otros. ¡La que nos espera!. La próxima parada al parecer será el 25 en el Palacio de la Zarzuela camino hacía el 2 de mayo. Hasta ese día veremos unos cuantos brindis al sol de unos y de otros. Claro que en política la última palabra nunca está dicha o lo que es lo mismo: nunca se puede decir nunca jamás.

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