2-3. Victoria de prestigio de las ‘Gladiadoras’ que recuperan el liderato en la cancha del C.V. Pizarra

El Club Voleibol Melilla venció al frío, a las goteras del pabellón, a un público hostil y a un gran equipo compacto y rocoso

El Melilla Sport Capital Voleibol consiguió ayer una victoria de prestigio en la cancha del líder C.V. Pizarra, cinco días después de certificar su ascenso a la Superliga Femenina-2, pero además recupera la primera posición del Grupo C de Primera Nacional, a falta de dos jornadas para que concluya la fase regular.

Las melillenses vencieron al frío, a las goteras del pabellón, a un público hostil y a un gran equipo compacto y rocoso como es el C.V. Pizarra en el ‘tie-break’ (27-25, 25-27, 24-26, 25-22 y 8-15).
Si las ‘Gladiadoras’ vencen este sábado al Universidad de Granada en Fuentenueva (19’15 horas) y la semana que viene al Finestrat en el Pabellón Javier Imbroda Ortiz, terminarán como campeonas del Grupo C para pelear con ventaja en los Play-Offs para lograr el súper título de todos los grupos de Primera Nacional.
El partido fue muy igualado y algo lento. Ambos equipos defendieron muy bien, alargando mucho los puntos, y el partido se tuvo que parar en numerosas ocasiones para secar la pista, ya que había goteras y el suelo resbalaba en muchas zonas.
El primer set pudo haberlo ganado cualquiera, pero acabó cayendo del lado local, pero la segunda manga la dominó el Club Voleibol Melilla, aunque el C.V. Pizarra casi acaba dándole la vuelta al final, aunque las melillenses supieron aguantar e igualar en encuentro.
El tercer set volvió a ser para el conjunto de Salim Abdelkader de principio a fin, aunque volvió a acabar de manera muy igualada.
Con el 1-2 en el marcador, el equipo malagueño salió con todo y pronto se escapó en el cuarto set para llegar al final del parcial con ventajas amplias de cinco o seis puntos, pero con Ana Muñoz al saque, las azulinas recortaron y a punto estuvieron de cerrar el partido, aunque el C.V. Pizarra se impuso para forzar el ‘tie-break’.
En el desempate no hubo más que un color: el azulino. Las melillenses dominaron de principio a fin con más contundencia en el ataque y mayor acierto en el saque, y acabó venciendo y con el liderato de vuelta a Melilla.

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