2-2. Un punto con sabor a derrota

La U.D. Melilla desaprovechó ayer una gran oportunidad de ganar en el ‘fortín’ inexpugnable del Rayo Majadahonda, que hasta la visita de la Unión Deportiva contaba por victoria todos sus partidos. Los de Víctor Cea dejaron escapar una cómoda ventaja de 0-2 e incluso pudieron perder en la prolongación, aunque afortunadamente el meta Oleaga detuvo el penalti ejecutado por Rubén Mesa y el partido concluyó con empate a dos goles. Los melillenses completaron un buen primer tiempo, tocando y haciendo circular el balón, y así llegaron los dos goles de Héctor Gómez y Mawi, pero una jornada más, en otro error atrás, le costó caro, ya que un minuto antes del descanso Rubén Mesa lo aprovechó para acortar distancias en el marcador. El tanto dio vida al equipo que dirige Julián Calero y dejó tocado a un Melilla sin capacidad de reacción que ofreció un horroroso segundo tiempo, limitándose tan solo a defender.

Buen primer tiempo
Los melillenses sorprendieron de inicio, con un planteamiento ofensivo que hizo bastante daño al cuadro madrileño en la primera mitad, precisamente cuando éstos llevaban la iniciativa del juego en los compases iniciales, aunque sin inquietar la meta adversaria, pero todo cambió con el primer tanto de los melillenses, en su primera aproximación sobre el portal de Basilio, a los ocho minutos, en una gran jugada de Mawi por la derecha, que centró para que Héctor Gómez rematase a la red.
Con el 0-1, el Melilla se mostró superior y no pasó ningún tipo de problemas en defensa. Los de Víctor Cea marcaban el ritmo del partido y otra gran jugada de Juanmi Carrión, en el 14’, pudo significar el segundo tanto, pero el pase lo recogió Hicham y disparó alto, aunque solo dos minutos después la Unión Deportiva volvió a ser efectiva, con una sensacional jugada de Hicham, por la derecha, con pase final sobre Mawi, que recortó dentro del área para batir al meta madrileño.
El Melilla se sentía muy cómodo ante un rival inofensivo en ataque, pero su único error, ya con el tiempo cumplido, le costó caro, ya que un centro por la derecha del ataque del Rayo Majadahonda no llegó a atajar el meta Oleaga y allí apareció Rubén Mesa que no perdonó para empujar el cuero a la red.
El gol psicológico en el 44′ hizo mucho daño al Melilla, que en el segundo tiempo dio un gran paso atrás y le cedió toda la iniciativa a su rival, renunciando por completo al ataque, dándole así mucha ventaja al Rayo Majadahonda.
El equipo madrileño se lanzó al ataque y sometió constantemente a los melillenses, con una gran manija en el juego en el centro del campo de Jean Jules. Sin embargo, el conjunto local no consiguió abrir la lata hasta el minuto ochenta, con el golazo de cabeza de Ródenas, a centro de Moyita.

Penalti en contra en el 92’
Con el empate a dos tantos, el Melilla paso más agobios incluso cuando el partido expiraba el colegiado decretó una máxima pena muy rigurosa, ante la sorpresa de todo el equipo, ya que Rubén Mesa se dejó caer dentro del área, ante la marca de un defensor melillense. Sin embargo, Odei averiguó por donde lanzaría la máxima pena Rubén Mesa y evitó la derrota, aunque en esta misma jugada, al contragolpe, el conjunto visitante pudo incluso ganar el partido, pero Héctor Gómez, en vez de intentar fortuna con su lanzamiento a puerta, aguantó el balón, buscando pasarlo a un compañero en buena posición, y dio tiempo a que la zaga madrileña se reordenase para despejar el peligro.
En definitiva, empate que no dejó contento a ninguno de los dos conjuntos, ya que ambos pudieron ganar e incluso perder el partido, aunque el sabor de boca para los melillenses fue agridulce, ya que desperdiciaron una clara ventaja de 0-2.

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