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11 de octubre, Día Internacional de las Niñas

Desde el Área de la Mujer de SATE-STEs queremos sumarnos a la celebración del Día Mundial de las Niñas, entendiendo que este día debe servir necesariamente para llamar la atención de los estados y organismos internacionales y sacudir las conciencias de la ciudadanía. La situación de las niñas en muchos lugares del mundo es crítica y será imposible conseguir el progreso de la humanidad si se mira a otro lado y no se toman medidas urgentes a escala global.

Las niñas sufren de base una doble discriminación: son menores y son mujeres. Demasiado a menudo, a estas dos facetas vienen unidas a otras como el origen, la religión, y la pobreza, que acrecientan aún más las desigualdades. En países en vías de desarrollo, muchas son vistas como un medio que tiene la familia para disminuir sus penurias, lo que hace que 1 de cada 7 niñas menores de 15 años sean casadas a la fuerza; según las Naciones Unidas, solo este año, 12 millones de mujeres de menos de 18 años contraerán matrimonio. A su vez, la OMS alerta que, cada año, más de 3 millones de niñas están en riesgo de ser víctimas de mutilación genital femenina, aumentando la cifra estimada de 200 millones de niñas y mujeres vivas que la han padecido. Por si esto fuera poco, las redes de tráfico de personas se ceban en la vulnerabilidad de nuestras niñas, que pasan a enriquecer los bolsillos de mafias de prostitución que actúan impunemente y sin fronteras.

Sin duda, el foco debe ponerse en la importancia del derecho a la educación de las niñas como garante de su empoderamiento y emancipación. Desde el 2013, el número de niñas escolarizadas en el mundo va descendiendo, lo que debería ser considerado como una auténtica catástrofe y, en consecuencia, tratado con urgencia máxima de manera coordinada por los organismos internacionales.

El patriarcado es implacable en su empeño por perpetuar los estereotipos, los roles y las desigualdades de género y ejerce su presión más brutal sobre las mujeres jóvenes para amoldarlas a sus intereses, despojándolas de derechos y de libertades. Por eso, exigimos que se proteja a las niñas de todo el mundo sin excusas y sin pausa porque son el futuro, porque ellas se merecen vivir una vida mejor, porque serán el motor de nuestra lucha futura.